Las personas que tenemos un familiar con EA somos conscientes de que no quisiéramos pasar por ello, ni tampoco que nuestros familiares tuvieran que asumir la carga emocional, física y económica que ella conlleva. Es por ello que tenemos la inquietud de saber si nosotros también podríamos desarrollarla y en caso de ser positiva la respuesta, que podríamos hacer para evitarla o al menos prevenirla.
Teniendo en cuenta que no se ha encontrado hasta la fecha ninguna forma de curarla (en estos días leyendo sobre el tema, encontré la siguiente frase que me reflexionar: lamentablemente conocemos sobrevivientes de cáncer pero hasta ahora ningún sobreviviente de la Enfermedad de Alzheimer); se esta trabajando fuertemente en investigar como realizar un diagnóstico lo más temprano posible iniciar el tratamiento que permita retardar su evolución y sus respectivas consecuencias.
El mayor riesgo de padecer EA es la edad avanzada. La mayoría de las personas que tienen EA son mayores de 65 años; luego de esta edad, cada cinco años se duplica la posibilidad de desarrollarla. Después los 85 años el riesgo aumenta al 50% ello indica que de cada 10 personas mayores de 85 años, 5 tienen riesgo de padecerla. Uno de los grandes misterios de la EA que no se ha logrado resolver se relaciona al incremente del riesgo de desarrollar la enfermedad con el aumento de los años.
El otro gran riesgo es la historia familiar. Aquellos que tenemos el padre o madre, un hermano o hermana con EA somos más propensos a desarrollar la enfermedad. El riesgo aumenta si más de un miembro familiar desarrolla la enfermedad. Cuando la enfermedad esta presente en una familia, la herencia (genética) y/o los factores ambientales juegan un papel importante en el desarrollo de la misma.
Si se tienen los genes de riesgo, se incrementa la posibilidad de desarrollar la enfermedad pero no es garantía de que ello ocurra. El gen identificado como el mas riesgoso es el APOE-e4, el cual se estima es el factor causante del 20 al 25% de los casos de Alzheimer; también están los APOE-e2 y APOE-e3. Cada persona hereda una copia del gen APOE de cada padre, si se hereda el APOE-e4 de un padre se corre un alto riesgo de desarrollar EA; pero si se hereda el APOE-e4 de ambos padres el riesgo será mayor aunque no siempre se tendrá la certeza de desarrollar la enfermedad.