Luego de lo que he vivido, en varias oportunidades me he preguntado que tan posible es evitar sufrir de la Enfermedad de Alzheimer. De acuerdo a la Asociación de Alzheimer (Alz Org) aún no hay una respuesta clara a esta pregunta, para lo cual se siguen realizando muchos estudios e investigaciones. Lamentablemente respuesta que tenemos hasta ahora es que NO es posible evitarla; pero SI es posible prevenir o retardar la aparición de sus síntomas si podemos actuar sobre los factores de riesgo que permiten el desarrollo de la enfermedad.
En lo que si hay algo de claridad, es que la EA se desarrolla como resultado de la interacción de múltiples factores como son la edad, la genética, los factores ambientales, el estilo de vida y otras condiciones médicas coexistentes. Si bien, no es posible tener control sobre aspectos como la edad y la genética; investigaciones en estos temas darán nuevas opciones de detectar de manera temprana a aquellas personas que pueden tener riesgo de sufrir de EA y ofrecer así posibles tratamientos de prevención.
Uno de los riesgos más grandes de padecer EA se incrementa con el daño cardíaco o del sistema circulatorio. Dentro de ellas se incluyen: la presión arterial alta, enfermedades cardíacas, infarto, diabetes y colesterol alto entre otras. Algunos estudios realizados en las autopsias de pacientes con EA encontraron que el 80% de las personas que tenían EA también sufrían de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, surgió otro interrogante ya que también encontraron placas y ovillos característicos de la EA en cerebros de personas que no desarrollaron la enfermedad. Entonces si tenían la evidencia de la presencia de EA, porque no tuvieron los síntomas? La respuesta la dió la presencia de enfermedades vasculares en personas que si presentaron síntomas y desarrollaron la EA. Es por ello, la importancia del control de dichas enfermedades cardiovasculares que pueden ser mas efectivas y útiles en la protección del cerebro para mantenerlo sano.
La dieta y el ejercicio juegan un papel importante en la reducción de los riesgo de desarrollar la Enfermedad de Alzheimer y la Demencia Vascular; ya que ofrecen un beneficio directo la protección de la salud del cerebro y en el sistema cardiovascular.
Mantener buenas relaciones sociales y una alta actividad mental disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y por consiguiente desarrollar EA. A pesar de que no se conocen las causas de dicha asociación; hay evidencias que la estimulación a través de actividades sociales y mentales protegen el cerebro.
Así mismo, se ha encontrado una estrecha relación entre el riesgo de sufrir EA y los traumas en la cabeza, especialmente cuando hay pérdida de conciencia. Es por ello, la importancia evitar estos traumas tomando medidas de protección como por ejemplo: el uso habitual del cinturón de seguridad en el carro, uso de casco en la realización de deportes y el uso de artefactos que prevengan las caídas en la casa entre otros.